Y es que del amor al odio sólo hay un paso y el jóven cantante Justin Bieber lo ha sufrido en sus propias carnes.
Se ve que una de sus "fans" con lanzó, con una increíble precisión, una botella de agua hacia la cabeza de la estrella (menos mal que era de plástico...)
Sino fuera poco, con anterioridad, ya habia sido perseguido por una manada de fans días atrás. Dudo que se atreva a salir a la calle el solito y sin ninguna protección.
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